miércoles, 10 de noviembre de 2010

Maldita dulzura la tuya..

Quizá no me deje decir todo lo que pienso. Me gusta guardar algunas cartas en la manga. Y que tú te des cuenta, y me preguntes si puedes mirar. Porque eso hace que me sienta bien. Pero yo no te dejo, porque tú no me enseñas ninguna, y eso tampoco vale.

Dicen que la suerte está echada, que el destino ya está escrito. Siempre me pregunto quién se atrevería a escribir el mío. Osado de él..