domingo, 22 de enero de 2012

¿De qué huyen los besos?





De los gritos y de los cronómetros, del exceso de perfume o maquillaje. Los besos huyen de las órdenes y la impaciencia, de las noches que se vuelven tristes de pronto. Del miedo se asustan casi siempre. Los besos huyen de las mentiras, de la repetición desmesurada, de esos días en los que todo sale mal. 

¡Ah!  

..y al contacto con los celos, son retráctiles como cuernos de caracol.