miércoles, 4 de mayo de 2011

Donde me llevó la imaginación


Noche. Noche encantada. Noche dolorosa. Noche insensata, mágica y loca. Y luego más noche. Noche que parece no acabar nunca. Noche que, sin embargo, a veces pasa demasiado rápido.
Guardo algún recuerdo vago de momentos agradables dispersos. Un deseo. Y otro recuerdo. Cuando nos conocimos, por casualidad.

Quizá los olores evoquen el privilegio de la invisibilidad. Antes del tacto, sucede el olor, como mensajero de una esencia que sabe desaparecer en el aire. La seducción que despliega es implacable, se instala en nosotros y sella su poderío en los tejidos de la memoria.

¿Quién se ha llevado el mes de abril?