miércoles, 11 de noviembre de 2009

Que llegue el invierno


De repente empieza a granizar. Con fuerza, de una manera increíble. Y entonces corremos, corremos como locos y nos refugiamos. Nos quedamos así, al frío, bajo un balcón. Después, la granizada poco a poco se transforma en nieve. Pero la nieve se deshace antes de tocar el suelo. Nosotros nos sonreímos un momento. Y después, ¡pluf!, precisamente como la nieve, también este recuerdo se deshace. No hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de repente así, sin pedir permiso. Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que volverá. Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé cómo hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo en seguida, sin miramientos, sin jugar con él. Sin hacerse daño. Así, mucho mejor.. Ahora ya ha pasado. La nieve se ha deshecho del todo.

..y deseas que llegue el invierno, que vuelva a nevar,
aun temiendo que pronto volverá el buen tiempo
y ocurra de nuevo..